Ayer 111/2018 (2): 111-140
Sección: Dosier
Marcial Pons Ediciones de Historia
Asociación de Historia Contemporánea
Madrid, 2018
ISSN: 1134-2277
DOI: 10.55509/ayer/110-2018-05
© Serge Noiret
Recibido: 05-10-2016 | Aceptado: 05-05-2017
Editado bajo licencia CC Attribution-NoDerivatives 4.0 License
Trabajar con el pasado en internet: la historia pública digital y las narraciones de las redes sociales *
Serge Noiret
Instituto Europeo de Florencia
serge.noiret@eui.eu
Resumen: El objetivo de este artículo es analizar cómo la historia pública digital y el contenido generado por los usuarios están estableciendo nuevas formas de actividad profesional en las redes sociales. Definiremos qué son las redes sociales, cómo contribuyen a las nuevas formas digitales de comunicación histórica y cómo los usuarios comparten datos sobre el pasado en plataformas en red. La segunda parte versa sobre el modo en que las redes sociales ayudan al oficio de los historiadores públicos digitales. Por último, se describe el tratamiento que ha recibido la conmemoración del centenario de la Primera Guerra Mundial en Twitter y el uso de las fotografías digitales o digitalizadas que circulan en las redes sociales.
Palabras clave: historia digital, historia pública digital, redes sociales, historiografía.
Abstract: The aim of this article is to examine how digital public history and user-generated content establish new sorts of professional activity within social networks. The first part of the essay defines social networking, and explores how it contributes to new digital forms of historical communication, and how users exchange data about the past in networked platforms. The second part looks at how social networks promote the craft of digital public historians. The last section describes the way commemorations of the centenary of WWI were depicted on Twitter and examines how digital or digitized photographs circulate in social media.
Keywords: digital history, digital public history, social media, historiography.
¿Son las redes sociales capaces de tratar temas del pasado o son solo iconos visuales que descubrimos en páginas web y que permiten compartir lo que podemos leer en diversas plataformas con un público selecto de «amigos»? ¿O podemos pensar que esos logotipos representan también una puerta que propicia el contenido generado por usuarios y, de alguna forma, lo que también se ha denominado «la sabiduría de las multitudes»?
Las redes sociales o el software social están ampliando la posibilidad de producir y diseminar conocimiento también en el campo de la historia 1. Son un grupo de aplicaciones basadas en internet que utilizan los cimientos ideológicos y tecnológicos de la Web 2.0 y permiten la creación e intercambio de contenido introducido por usuarios 2. Las redes sociales se relacionan con todas las formas de comunicación generada directamente por los usuarios, tanto si son académicos cualificados como aficionados o público en general. Fomentan la interacción entre iguales y el conocimiento producido por los internautas.
Espectáculos televisivos como Got Talent 3 son de los de mayor éxito en todo el mundo porque seleccionan a desconocidos y los conectan con la audiencia. Esos espectáculos muestran conocimientos, habilidades, talentos y capacidades creativas que no se expresan de la misma forma que en las redes sociales. Al descubrir personas con talento en televisión o crear un intercambio de conocimiento en la red, los individuos y las comunidades —tanto si son familias como grupos étnicos o sociales— refuerzan sus identidades y cohesión, centrándose en lo que saben o recuerdan del pasado y sus memorias. Al igual que los espectáculos televisivos, las redes sociales digitales y las plataformas interactivas de internet permiten a un público diverso promocionarse a sí mismo y a su historia familiar, una forma sencilla de conseguir reconocimiento y renombre.
En el campo de la historia pública digital, las redes sociales son pieza clave para la interacción entre los historiadores públicos, como mediadores, y las comunidades, pero no solo eso. Las plataformas sociales se conviertan también en lugares virtuales donde comprender, seguir y, finalmente, involucrarse en actividades en red, centradas en el conocimiento del pasado. En general, el papel de los historiadores públicos en el reino digital consiste en organizar y filtrar las actividades de generación de contenido de los usuarios y en recopilar y conectar la información, las experiencias, la documentación y los recuerdos de estos. Es decir, organizar el flujo de contenido creado por los usuarios de esos soportes y facilitar las diferentes formas de comunicación de la historia entre individuos y comunidades. Los historiadores podrían unir a los participantes para debatir temas comunes, compartir rastros y documentos del pasado. Las redes sociales permiten establecer relaciones en línea, fortalecen identidades y consolidan parentescos y comunidades. El establecimiento de relaciones entre las comunidades locales y el pasado, mediada o no por profesionales —como los historiadores públicos—, es posible gracias a las prácticas de la Web 2.0 4. También facilita que comunidades dispersas vuelvan a estar conectadas en línea y compartan sus recuerdos. Incluso posibilita que se creen nuevas redes virtuales, manteniendo la memoria de la identidad cultural común cuando dichas comunidades no estén presentes en espacios físicos 5.
En el campo de la historia, la utilización de tecnologías Web 2.0 permite reactivar «recuerdos» comunitarios olvidados y de esa forma consolidar culturas del pasado en red 6. Compartir un conocimiento participativo crea conciencia pública sobre esos pasados en nuestro presente. Las actividades de crowdsourcing (colaboración masiva) son piezas fundamentales de la historia pública digital: todos trabajan con su pasado individual y recuerdos familiares, forjando conocimiento y nuevas formas de recordar. Las redes digitales se han convertido en interfaces esenciales para mostrar públicamente lo que importa del pasado en las vidas públicas.
La historia pública digital, es decir, la historia pública afectada por el giro digital de la Web 2.0, permite a la sociedad desempeñar un papel activo en su relación con el pasado. Los recuerdos individuales y colectivos creados y tratados de forma digital son una expresión mundial de la participación popular en la construcción de un pasado colectivo y, a la vez, son el producto de esos nuevos soportes digitales.
Podríamos pensar que lo que se ha descrito hasta ahora como conductas colaborativas representa un cambio importante. Tales actividades mantienen el pasado vivo dentro de las comunidades, que crean una «arqueología» de los recuerdos en línea, a fin de mantener su historia en el presente a través de la participación pública directa en iniciativas culturales comunes 7.
¿Es posible que las redes sociales proporcionen a los ciudadanos otras formas de conocer el pasado? Los historiadores deben averiguar qué tipo de conocimiento y documentos están generando. Christian Fuchs, erudito de las redes sociales, ha afirmado que primero tenemos que entender cómo funciona una red social y luego abordar de forma crítica el contenido que pone en línea: «Ahora más que nunca, debemos entender las redes sociales —lo bueno y lo malo—. Necesitamos un conocimiento crítico que nos ayude a navegar entre las polémicas y contradicciones de este panorama complejo de redes sociales. Solo entonces podremos hacer un juicio informado sobre qué está ocurriendo en nuestro mundo en red y por qué» 8.
El papel de los historiadores públicos es a menudo coordinar, filtrar o contextualizar el conocimiento del pasado disponible en internet, al igual que colaborar con la audiencia y crear nuevas formas profesionales de lograr hitos en historia digital. Hoy en día hay una mayor necesidad de capacidades profesionales y conciencia sobre cómo gestionar las redes sociales y el contenido generado por los usuarios. Necesitamos una mediación hábil entre las nuevas formas narrativas construidas de manera colectiva de la historia digital y la presencia ubicua de cuestiones de historia/recuerdos. Tratar de forma crítica estos contenidos y, especialmente, las fuentes primarias digitales constituye una obligación profesional para los historiadores 9.
El hecho de que sea difícil fiarse de la información de internet es una preocupación común. Es necesario, casi habría que decir esencial, hacer un análisis a fondo del contenido siempre que buscamos información en la red y tratamos con textos de redes sociales. Es preciso aplicar métodos críticos que, siendo nuevos, a la vez han estado siempre presentes en el estudio profesional del pasado. Verificar la procedencia, calidad y fiabilidad de las fuentes y proporcionar un análisis contextual son operaciones esenciales en la construcción de relatos sobre el pasado basados en contenidos de fuentes primarias digitales.
Los documentos de archivo en el mundo material están clasificados siguiendo la historia institucional del fondo y se catalogan usando repositorios. Un «archivo material» útil empieza teniendo en cuanta la historia de la producción documental y las normas y criterios con los que se ha creado este. Pero los documentos de archivo en internet no siempre siguen el mismo camino y no ofrecen una documentación descriptiva y metadatos: todo en la red puede convertirse en fuente primaria y los historiadores deben contextualizar sus hallazgos y entrar en el documento digital sin contar con las referencias proporcionadas por los archiveros tradicionales. Este contexto hecho de documentos digitales «que viajan» en el espacio virtual no deberá tratarse solo como «basura digital», sin conexiones posibles con la creación de narraciones histórica. Los historiadores digitales deberían centrarse en el contenido de los documentos en sí, usando los metadatos consultables y descodificando el contexto de documentos e información únicos en internet y en las redes sociales, con un enfoque crítico del conocimiento generado de una forma tan pública 10.
Internet, especialmente las redes sociales que mueven información y crean comunidades interactivas, obligan a acercarse con prevención a las «mentiras» que se publican como si fueran información veraz transmitida por el poder comunicador de internet. Nos podríamos fijar en muchos ejemplos, pero centrémonos en el debate sobre las fuentes y los documentos relativos a la presencia, durante la Guerra de Secesión, de soldados confederados negros. Una famosa fotografía de estudio falsificada de manera deliberada en la que se veía a soldados negros de la Unión con un oficial blanco circuló en internet y en redes sociales durante la conmemoración del 150 aniversario de la Guerra de Secesión de Estados Unidos (2010-2015). Aplicar métodos críticos a este documento digital no es fácil y requiere un conocimiento histórico preciso de la historia militar de dicha guerra civil y la capacidad de observar de forma crítica fotografías y entender los procesos de falsificación favorecidos por las técnicas digitales 11.
¿Cómo podemos proceder a hacer crítica del contenido de las redes sociales si aceptamos, como intentamos argumentar anteriormente, que internet en sí es datos y, como consecuencia, que las redes sociales también participan en el mundo virtual de los datos y traen conocimiento y fuentes a los historiadores? Debemos tener en cuenta lo que Patrick Manning denomina la creación de un archivo histórico mundial de datos 12 o recordar la referencia de Peter Haber al proceso general de «datificación» del pasado que ha tenido lugar en internet 13. El giro digital ha afectado la relación entre historiadores y los corpus de fuentes primarias, obligándonos a entender cómo los documentos digitales se crean y cómo interpretar esos datos digitales como fuentes históricas 14.
Tal y como han puntualizado Jo Guildi y David Armitage 15, los historiadores deberían saltar a este mundo de los macrodatos interconectados, usando formas específicas de análisis de la red, mediante la formulación de nuevas preguntas epistemológicas sobre la disponibilidad en línea de una enorme cantidad de información 16. Las conexiones semánticas entre datos digitales pueden mostrarse de una forma visual, usando gráficos, como se realizó con el fascinante proyecto sobre las diásporas y las migraciones, el e-Diasporas Atlas, que recopila el contenido de más de 8.000 páginas web sobre migraciones y proporciona un análisis en red y la visualización de gráficos 17.
No obstante, debido a la volatilidad y poca fiabilidad del contenido, en la red se precisa un intenso compromiso crítico por parte de los historiadores que se sumerjan en el reino digital 18. Una crítica interna y externa de las fuentes al modo tradicional, como la que hacían los medievalistas cuando se centraban en la producción de fuentes y en el contexto en el que se habían originado, parece ser hoy la práctica más útil para los historiadores en el entorno de internet: «Ranke incitó a una nueva generación de académicos a que visitasen numerosos archivos, escrutasen y comparasen documentos, rastreasen a quienes los habían creado, en qué circunstancias, en qué momento, con qué medios, y con qué propósito. Esta crítica “externa” se centra en la creación, aparición y autenticidad de una fuente. El siguiente paso, la llamada crítica de fuentes “internas”, se centra en el valor probatorio que puede atribuirse a una fuente particular: ¿qué puede decir esa fuente sobre ese tema?» 19.
Un grupo de historiadores, archivistas y bibliotecarios italianos de finales de los años noventa analizaron por primera vez la circulación de contenido poco fiable o sesgado en internet. Esta investigación identificó, por ejemplo, una influencia creciente del negacionismo, de la revisión de la propia existencia del Holocausto, influencia que sigue hoy presente. Entre 2001 y 2003, crearon un instrumento de crítica —un formulario— que sugería algunas de las nuevas preguntas que deberían hacerse los historiadores sobre las fuentes digitales —en este caso sitios web—, fijándose tanto en el contexto en el que se publicaba la información (crítica externa) como en cómo ese contenido podría contribuir al proceso de escribir historia (crítica interna). El formulario interactivo se diseñó antes del nacimiento de las redes sociales y la Web 2.0 en 2004 y antes de las nuevas formas de colaboración abierta de contenido digital 20. Proporcionaba una crítica contextualizada al contenido de los sitios web, identificando preguntas específicas. Más tarde fue necesario adaptar este método crítico del formulario al nacimiento de las redes sociales y de los sitios web dinámicos, modificando su tercera parte: formas y lenguajes de comunicación. Se creó una nueva pregunta centrada en la aparición de una interacción pública con el sitio web, el blog o la plataforma social que pedía la identificación del autor de una entrada en la red social para establecer qué tipo de red social estaba conectada con un blog, sitio o página web; cómo y con qué objetivo están conectadas las redes sociales con internet, y cómo diseminan contenido específico en una plataforma en red. Todos esos parámetros deberían centrarse en la calidad de la interacción pública con las páginas web y servir para precisar hasta qué punto y con qué herramientas la interacción entre lectores y usuarios coexiste y configura contenidos, disemina fuentes y, en general, produce todo tipo de información. En la actualidad, como los usuarios pueden interactuar y reutilizar contenido en Web 2.0, es posible debatirlo, completarlo con más contenido y comentarios que incluyan preguntas específicas pertinentes para esta nueva era de participación en internet.
Las redes sociales han favorecido diferentes formas de participación individual y colectiva y unen a personas con objetivos e intereses similares sobre el pasado. Varias redes sociales y plataformas web han cambiado la forma en que se muestra la historia en internet. Usar las redes sociales en el campo de la historia pública digital tiene que ver con la introducción de nuevas prácticas en el oficio de los historiadores públicos que trabajan con medios digitales. Por tanto, es importante revisar algunas de las prácticas más innovadoras que introducen las redes sociales que tratan con el pasado. Obviamente, esas nuevas prácticas evolucionan a diario debido a la transformación de las tecnologías.
Se ha escrito 21 que la autoridad y capacidad de tener contenido científico abierto, no como Wikipedia, ha sido siempre la forma de hacer las cosas en la enciclopedia Stanford Encyclopedia of Philosophy 22. Pero hay autores, como Roy Roszenweig, que de forma temprana afirmaron que Wikipedia también era capaz de agregar en la plataforma wiki el conocimiento de las multitudes y solicitar el conocimiento del Sr. Ciudadano 23. Cuando apareció Wikipedia por primera vez en 2001, comenzó lo que podría resumirse como una «historia de amor» con sus lectores, que pronto se convirtieron también en autores, permitiendo a comunidades de lectores-autores en el planeta y en todos los idiomas compartir conocimiento 24. Comenzaba una segunda fase de la historia de internet en la que los usuarios se convertían en protagonistas directos de la creación de contenido 25. Wikipedia cuenta con muchos colaboradores que leen lo que se escribe y verifican el valor del contenido recientemente añadido, si es o no fiable y si está escrito de acuerdo con el «estilo» de Wikipedia.
Al contrario, otras enciclopedias basadas en el entorno wiki utilizan la historia e interpretan el pasado con fines políticos. Ese es el caso de Metapedia, una enciclopedia que intenta imitar el concepto de «objetividad» de Wikipedia para favorecer una visión revisionista de la Segunda Guerra Mundial en la que el Holocausto no ocurrió, sino que solo hubo «bajas judías durante la guerra». En 2015, quienes participaron en el debate sobre cómo cambiar la entrada de una enciclopedia tan sesgada e ideológica como Metapedia 26 querían usar un lenguaje más creíble: «El párrafo titulado “Holocausto-Creencia” en este artículo titulado “Holocausto” es casi ininteligible debido a su tono semihumorístico y sarcástico. No está escrito de forma profesional como el resto del artículo y de otros artículos de Metapedia. Debemos distanciarnos de este tipo de escritura ya que resta crédito a nuestra causa cuando es leída por un lector medio». Estos comentarios muestran lo relevante que es hoy en día adoptar un enfoque crítico del contenido construido de forma social en internet.
Wikipedia es el antecesor de las nuevas redes sociales del milenio porque sus lectores se convierten en autores de contenido y, al interactuar entre sí, comienzan a cambiar lo que hasta entonces había sido el mundo estático de la Web 1.0. En la actualidad, las redes sociales son plataformas dinámicas que permiten el intercambio de información y datos de todo tipo, fomentan la mediación social y las interconexiones, y están atrayendo una vez más al público.
En la actualidad Twitter es un complemento necesario de toda actividad en el campo de la historia. Esta red social de microblogging permite crear comunidades de conocimiento y ampliar esa red más allá del círculo restringido de compañeros. Ofrece la posibilidad de que más personas sepan lo que se ha escrito en el campo de la historia. Puede utilizarse como complemento de un blog. Permite el debate sobre actividades y proyectos de investigación 27. De alguna forma Twitter crea e integra a la vez una red alrededor de un tema de investigación. El ensayo de Melissa Terras sobre la forma en que promocionó su articulo es bien conocido. En él se señala que «lo que me quedó patente rápidamente era la correlación existente entre hablar sobre mi investigación en internet y el aumento de descargas de mis artículos de nuestro repositorio institucional» 28. Twitter da la posibilidad de que los investigadores fomenten su investigación, compartan información, lecturas y todo tipo de documento que no está disponible cuando se usan las bibliografías tradicionales y digitales.
José van Dijck, experto en comunicación, cuenta que la red social más utilizada, Facebook, es una «herramienta para producir sociabilidad y conectividad» y que «las plataformas de las redes sociales forman un espacio en pugna en el que los intereses privados, públicos y corporativos compiten por producir nuevas formas de socialización y conectividad» 29. Pero ¿qué tipo de conocimiento sobre el pasado pueden proporcionar redes como Facebook o Twitter cuando promueven un mismo camino a la conectividad social? ¿Cómo tratan la historia usuarios tan diferentes? La presencia del pasado, de recuerdos y, a veces, de historia, es importante tanto en Twitter como en Facebook y asume diferentes formas.
A menudo, los historiadores tradicionales usan Facebook pero no usarían Twitter de la forma en la que deberían hacerlo los académicos. Por supuesto, usar Twitter como haría un famoso de Hollywood es posible, pero sacarle el mayor provecho como historiador no es fácil. Ya en 2010 se enviaban 50 millones de tuits al día y para el quinto aniversario de Twitter, a principios de 2011, el número había aumentado a 140 millones al día 30. En 2015 había 304 millones de usuarios activos y 117 millones de personas que publicaban tuits todos los meses 31. Pero la experiencia muestra que los programas de microblogging, con su máximo de 140 caracteres, no se usan como Facebook. En historia, Twitter a veces funciona con estrategias de escritura precisa y capacidad de crear nuevas formas de narración y nuevas comunidades de académicos interconectados 32. Twitter también es algo más y ese «algo más» es importante para hablar sobre el pasado en la disciplina de la historia.
Twitter se usa de manera amplia en todo el mundo para mantener nuevas formas de participación democrática, nuevos canales de información y compartir conocimiento colaborativo 33. Esta participación directa de los ciudadanos y su contribución a la polis y sus comunidades ha sido analizada en detalle por politólogos y sociólogos, pero mucho menos por los historiadores y humanistas 34, si nos fiamos de cómo Wikipedia clasifica los campos en los que Twitter se usa hoy en día 35. Sucesos históricos o celebraciones reciben a veces cientos de tuits al día. Por ello, no hay nada extraño en descubrir que Twitter firmó un acuerdo con la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos (2009) para archivar en su totalidad los mensajes intercambiados, puesto que crea nuevas fuentes digitales para la historia del hoy y para los historiadores del mañana 36. Quien haga historia del presente mirará esas fuentes, por lo que es de agradecer que Twitter sea la primera red social que tiene procedimientos de archivado sistemáticos 37.
En la comunidad profesional de historia pública, la cuenta @ncph (National Council for Public History) promueve este campo en América del Norte y publica información para el resto del mundo, como cuando cita la cuenta de Twitter de la Federación Internacional para la Historia Pública [HIFH-FIHP)], @pubhisint 38. De hecho, las cuentas de Twitter son una buena forma de recibir actualizaciones, conocer los ejes de las colecciones, obtener consejos de investigación y hacer preguntas al personal de los archivos o bibliotecas y a otros historiadores.
Para hacerlo, la característica más útil de Twitter es el llamado hashtag # 39, una combinación del símbolo # y el texto que se utiliza para encontrar tuits conectados. El símbolo # es una palabra clave o un tema incluido en un tuit, un tipo de metadato que clasifica el contenido. Los hashtags pueden ser muy generales, como #history o #archives, #syria o #communism, o más específicos, como #ifph2016, el tercer Congreso Anual Internacional #publichistory organizado por FIHP en Bogotá en julio de 2016 40 o los muy conocidos #BlackLivesMatter 41 o #SaveOurGirls 42, que están cambiando la forma de expresar una opinión política o de crear movimientos sociales. Katherine Gulliver sugirió en 2012 crear el hashtag #twitterstorians para configurar una red entre historiadores de todo el mundo, una comunidad sin fronteras 43. De esa forma, si la Federación Internacional de Historia Pública decide organizar un congreso anual, se crea un # específico ad hoc para conectar todos los tuits y hacer posible que se pueda seguir en red ese acontecimiento específico #IFPH2016 44. Al final del mismo, el software Storify 45 recopila todos los tuits con el mismo hashtag y crea una recopilación de toda la actividad durante el congreso 46.
Incluso con solo 140 caracteres, Twitter puede integrarse en las actividades de enseñanza de historia. Una joven historiadora francesa, Mathilde Larrère, ha escrito una serie de tuits para comentar las conmemoraciones de eventos históricos importantes, sobre todo las revoluciones. Es decir, da clases de historia por Twitter y no escribe para especialistas. Larrère utiliza Storify para narrar la historia de un acontecimiento en un máximo de 50 tuits, tanto si se trata de la celebración del 1.º de mayo o de la revolución «burguesa» de 1830. Usar Storify es la forma más útil y fácil de crear una historia con Twitter, pero tiene serias limitaciones para comunicar historia pública digital seria 47.
En la actualidad, la historia pública se ve impulsada por aniversarios y conmemoraciones. Los diferentes medios tratan el pasado de forma diversa cuando llega el momento de celebrar un aniversario concreto. La Revolución Rusa de 1917 permitirá a los historiadores públicos de todo el mundo participar en el centenario de las revoluciones de febrero y octubre. El mundo digital de las redes sociales transmitirá el contenido de muchos debates, documentales, exposiciones y todo tipo de actos públicos en los que se recuerda públicamente cómo Rusia se convirtió en la Rusia soviética.
El año 1917 forma parte de la Primera Guerra Mundial y de conmemoraciones más amplias y duraderas del inicio del «siglo corto» 48. Interpretar la forma en que los proyectos de historia pública digital conmemoran la Gran Guerra permite reflexionar sobre las políticas de la memoria en el presente y sobre el uso, a veces instrumental, de la historia 49. Pensar en cómo ha sido recordada la Primera Guerra Mundial en los medios digitales nos fuerza a analizar una serie de proyectos y actividades auspiciados por diferentes instituciones, preguntarnos por el público nacional, regional y local participantes, y, a una escala mayor, ver cómo Europa y la comunidad internacional fomentan proyectos de historia pública internacional sobre la Gran Guerra.
La conmemoración global de este importante acontecimiento da lugar a una gran cantidad de datos digitales, una cuantía enorme de materiales virtuales y actividades públicas digitales en sitios web y proyectos 50. Twitter también se ha visto afectado. Los hashtag #WW1 o #WW1Centenary 51, o #centenaire en Francia, son muy populares. Se han creado muchas cuentas de Twitter por todo el mundo, centrándose en la memoria de la guerra. Saber cómo las personas corrientes y sus familiares pasaron por este cataclismo de destrucción y muerte que duró cuatro años es la razón por la que muchos proyectos de redes sociales quieren sacar a la superficie recuerdos locales y reunir contenidos suministrados por los usuarios. Los proyectos de historia pública digital sobre la Primera Guerra Mundial en Twitter (#WW1) normalmente se relacionan con el proyecto de una web o con una publicación digital específica como Europeana 1914-1918 52 o 1914-1918 Online. The Encyclopedia of the First World War 53.
La nueva Encyclopedia of the First World War digital tiene su propia cuenta Twitter que informa sobre los sucesos que ocurrieron hace cien años, pero también retuitea información, fuentes, curiosidades publicadas en otras cuentas o anuncia debates, exposiciones, publicaciones de libros, etc., que tienen relación con la guerra 54. Al igual que la Encyclopedia, el proyecto Europeana 1914-1918 puso en marcha su cuenta en Twitter ya en 2012 55. Lo importante de esta cuenta es el objetivo declarado del proyecto y de sus actividades: implicarse directamente con el público pidiendo sus contribuciones y una colaboración abierta de recuerdos y documentos 56. Europeana 1914-1918 organiza el flujo de contenido generado por los usuarios sobre la Primera Guerra Mundial y transmite a través de Twitter la actividad del sitio web, contribuyendo a enriquecer la reunión en red de fuentes y documentos.
Por ejemplo, en Bélgica —teatro central de las operaciones militares de la Gran Guerra— 57, Twitter se utiliza para compartir con el público en general la historia y recuerdos de la ocupación del país por los alemanes. El principal diario nacional, Le Soir, abrió sus propias cuentas sin tener que usar hashtags dedicados a la Primera Guerra Mundial en su cuenta principal de esa red social 58. Otra cuenta de Twitter informa, por ejemplo, de una exposición y un proyecto de internet 59 sobre la ocupación alemana de Bruselas durante la guerra 60.
En Francia, un centro de documentación y museo tan importante para la historia de la Primera Guerra Mundial como el Historial de la Grande Guerre en Péronne y Thiépval, en Somme, se unió a Twitter en octubre de 2014, varios meses después del inicio de la conmemoración del centenario 61. Esta cuenta es para el centro en sí, sus actividades y administración. No es un proyecto de historia pública que tenga en cuenta las características técnicas de Twitter y que construya un diálogo con los usuarios sobre acontecimientos e historias de guerra. La cuenta de Twitter del Historial no publica muchos tuits —cien entre octubre de 2014 y octubre de 2016— y tiene menos de 1.000 seguidores. No utilizan los hashtags para entrar en debates internacionales ni nacionales más amplios sobre la guerra en Twitter.
En Estados Unidos, la cuenta de Twitter del museo dedicado a «compartir las historias de aquellos que sirvieron durante la Gran Guerra», en Kansas City, es, claramente, un proyecto de historia pública que crea debates en esta red social. La cuenta fue creada en marzo de 2011 62 para apoyar al National Museum of WW1 and Memorial estadounidense y en septiembre de 2016 su cuenta de Twittter publicó más de 7.500 tuits y alcanzó más de 20.000 seguidores 63. La cuenta Twitter de la red de museos que forman los Imperial War Museums en Gran Bretaña 64 y que «cuenta la historia de aquellos que vivieron, lucharon y murieron en conflicto desde 1914 hasta ahora» fue creada en marzo de 2009 y es muy utilizada, con más de 90.000 seguidores y 18.000 tuits escritos hasta septiembre de 2016 65.
No todos son proyectos de historia pública digital. Las cuentas de Twitter apoyan a una institución que trata de la historia de la Primera Guerra Mundial, pero no todos esos proyectos buscan la participación del público. Otros proyectos intentan explotar el potencial de comunicación de las redes sociales y su filosofía en red, proponiendo proyectos digitales con objetivos específicos para celebrar el centenario. Estos proyectos de historia pública dan lugar a nuevas preguntas sobre la forma en que Twitter podría comunicarse con colectivos específicos y con un público concreto sobre la guerra. Producen formas digitales del recuerdo e interrogan la memoria pública varias generaciones después del fin de la guerra. En Reino Unido, en las instituciones y museos bélicos y en las cuentas de Twitter creadas para acontecimientos concretos, el campo de batalla parece ser el objeto primordial de muchos de los tuits que aluden a temas del primer gran conflicto internacional. Por el contrario, las cuentas francesas se centran más en la vida y muerte de los soldados, los poilus. Twitter parece dar más importancia a las actividades militares de la guerra y no está abierto a nuevas formas de investigación sobre otras categorías sociales, ejércitos de otros países, ejércitos coloniales, la vida más allá de las trincheras, las vidas de las mujeres tras la línea de frente y otros temas vinculados al enfrentamiento bélico que intenta promover la Encyclopedia of the First World War, buscando nuevos temas de investigación sobre la guerra con ocasión del centenario.
Veamos ahora dos proyectos nacionales diferentes que intentan sacar el máximo provecho de Twitter durante los cuatro años —solo tres en Italia— de la conmemoración del centenario y desde tres perspectivas diferentes. Se trata de un proyecto de enseñanza creado en Luxemburgo, pero con un enfoque internacional (@RealTimeWW1); un proyecto francés que fomenta actividades de colaboración abierta dedicadas a la memoria de todos los soldados caídos durante la guerra (@1J1poilu); y un proyecto de historia pública digital italiano sobre los acontecimientos de la guerra, cien años después de que ocurriese (@GGpiu100).
En 2014, durante el congreso anual del US National Coalition for Public History en Monterrey (California), Benoit Majerus, catedrático de Historia en la Universidad de Luxemburgo, presentó un proyecto pedagógico innovador basado en Twitter. Su objetivo era enseñar e investigar cómo vivían los ciudadanos de a pie en Europa durante la Primera Guerra Mundial: «la vida cotidiana de los europeos» es una de las direcciones de una investigación que intenta fomentar la conmemoración del centenario, sobre todo en relación con la crisis actual de la Unión Europea. Twitter fue el elemento central utilizado para comunicar los descubrimientos por parte de los estudiantes del máster de historia en el que se lanzó este proyecto. Día tras día, los estudiantes analizaban la guerra, descubrían fuentes primarias digitalizadas en archivos o en línea y aplicaban métodos críticos a las fuentes que descubrían antes de publicar un nuevo tuit. Diariamente digitalizaban fuentes, testimonios de lo que ocurrió aquel día un siglo antes y cómo los soldados —o civiles— se vieron afectados por la guerra:
«Una batalla en 140 caracteres. Toda una negociación de paz descrita en dos líneas. La historia escrita en tuits. El interés en las fechas y hechos de la historia contemporánea está creciendo más allá de los círculos académicos. Los estudiantes del máster de historia contemporánea europea de la Universidad de Luxemburgo han decidido ir más allá a través de las redes sociales. Para presentar algunos hechos históricos curiosos [...] esta fuente de material es de una gran importancia: muchas de las historias de la Primera Guerra Mundial se pueden encontrar por toda la web. Uno de los principales objetivos de los estudiantes es ofrecer documentos que sean fuentes fiables para todas las fechas sobre las que tuitean. Estas fuentes no consisten necesariamente en documentos oficiales, aunque también los haya. Pero más allá de los acontecimientos oficiales, las historias deben versar sobre personas individuales afectadas por la guerra, sobre soldados y enfermeras, reinas y prisioneros. Para que sus diarios, cartas, poemas, fotografías se vean, para contar otra cara de la historia de la Primera Guerra Mundial mucho menos conocida» 66.
La peculiaridad del proyecto «Tweets from WW1» publicado en la cuenta colectiva @RealTimeWW1 es que los tuits diarios tienen que ver con un acontecimiento que no es pasado, sino presente. La única diferencia es la alegoría de la línea temporal porque el suceso comentado y documentado ocurrió con exactitud cien años antes. El proyecto en curso entre 1914 y 2014 describe en directo, o unas horas después, lo que ocurrió hace un siglo como si se estuviera viviendo en la actualidad. Todos los documentos se publican con el tuit: dibujos, cartas, fotografías, etc. La percepción de lo pasado y lo presente se borra por la capacidad de las redes sociales de traer una y otra vez el pasado al presente, un artificio que descubriremos de nuevo cuando nos fijemos en cómo se manipulan las fotografías de forma digital en las redes sociales.
El proyecto de Luxemburgo reviste un carácter internacional y no solo se centra en el Luxemburgo de la Primera Guerra Mundial, aunque el mundo digital de las redes sociales y, especialmente de Twitter, parece servir mejor a los objetivos y recuerdos nacionales. Este es uno de los principales hallazgos de Frédéric Clavert, investigador en la Universidad de Lausana, que se pone de inmediato de manifiesto cuando leemos los resultados de su investigación durante el centenario de la Gran Guerra. Clavent monitorizó el flujo de más de dos millones de tuits recogidos desde abril de 2014 a abril de 2016 mediante una selección de los hashtags sobre la Primera Guerra Mundial más seguidos en tres idiomas: alemán, inglés y francés 67. Dio así forma a una gran base de datos que ha explotado desde tres perspectivas diferentes, dividiendo el corpus entre tuits francófonos y tuits anglófonos mediante el programa IRAMUTEQ 68. Primero analizó las estadísticas asociadas a la línea temporal de la guerra y a sus principales hitos. Luego hizo un segundo análisis del contenido de los tuits y, finalmente, visualizó los resultados a través de un análisis de la relación con la información contenida en los tuits, en especial sus hashtags. Los tuits enviados entre abril de 2014 y abril de 2016 incluyen varios hashtags ligados a la conmemoración del centenario de la Primera Guerra Mundial y la historia y recuerdos de la guerra 69. Como demuestra Frédéric Clavert, la forma en que las instituciones de memoria francesa actúan con las redes sociales muestra con claraidad que Twitter no se está usando como se hace en Gran Bretaña o los países anglosajones 70. Clavert cree que hay una gran diferencia entre la forma en la que los usuarios franceses e ingleses se comunican a través de Twitter. Estos últimos parecen gestionar mucho mejor su poder comunicativo 71.
En otro ensayo, Clavert se centra solo en un proyecto francés importante, la cuenta Twitter «1 Jour-1 Poilu» 72, un proyecto que ayuda a narrar la historia francesa de la guerra 73 y también a desplegar el dinamismo de las redes sociales a favor de la historiografía nacional y de la creación de un fondo nacional de recuerdos alrededor de la figura del soldado francés. Este proyecto ayuda a que el público se entere de la existencia de la Mission du Centenaire, lanzada en 2013 para coordinar todas las actividades y conmemorar la Primera Guerra Mundial 74. «1 Jour-1 Poilu» une la energía de los usuarios cotidianos para transcribir 1.325.290 registros en memoria de los hombres que murieron por Francia. La cuenta Twitter está ligada a un ambicioso proyecto público del Ministerio de Defensa francés llamado Mémoire des Hommes 75, cuyo propósito es promover las transcripción colaborativa digital de todos los registros manuscritos que conserva el Ministerio y así hacer posible la identificación y conmemoración del sacrificio de todos los poilus que murieron por Francia 76.
Si tuviésemos que sacar alguna conclusión sobre el papel de Twitter en la conmemoración de la Primera Guerra Mundial podríamos decir que, gracias a esta red social, los testigos hablan en primera persona, con frecuencia mediante una recreación del pasado o contando historias, y de forma indirecta a través de enlaces a autobiografías, diarios personales y otros egodocumentos. Una forma muy común de participar en conmemoraciones es utilizando el concepto de «lo que ocurrió hoy», muy parecido a los sitios web en donde la línea temporal vertebra la arquitectura de las páginas, tal como ocurre en el sitio web italiano agrandeguerrapiu100.it de la Universidad de Trento.
Para finalizar, podemos decir que lo que suele faltar en Twitter es un enfoque crítico de las pruebas presentadas. Esta red difunde con frecuencia fotografías históricas como relatos nuevos sobre el pasado. Es el caso del proyecto estadounidense History in Pictures, que narra la historia compartiendo fotografías históricas, pero en el que se introducen textos muy simples debido al límite máximo de caracteres por tuit 77.
La posibilidad de integrar fotos 78 y, desde 2014, también vídeos 79 en los tuits abre la puerta a que los historiadores añadan fuentes primarias visuales a los 140 caracteres, diversificando el uso de Twitter para un suministro rápido de contenido visual. Obviamente se publican muchas imágenes históricas en Twitter y hay cuentas específicas para estos recursos visuales. También es fácil fotografiar una cita de una fuente secundaria en un sitio web o incluso cualquier documento que completa la narración en un tuit.
Las redes sociales como Facebook y Twitter son, sobre todo, redes sociales «visuales», pero debido al papel central de las imágenes en nuestra vida diaria 80 —pensemos en la importancia de las autofotos— 81 hay nuevas plataformas sociales especializadas como Instagram o Tumblr que completan hoy día el papel pionero que tuvo Flickr.
Comprender en la actualidad cómo se utiliza la fotografía en las redes sociales y cómo participa en la historia dice mucho sobre qué pasados son los que importan en nuestro presente. La fotografía en las redes sociales describe conductas populares y, gracias a las tecnologías de datos enlazados como Google Maps y Street View, añade dimensiones espaciales y fronteras temporales a los recuerdos individuales (por ejemplo,> compartir fotos familiares de diferentes generaciones en las redes sociales da forma a los recuerdos colectivos) 82. Por un lado, las fotos familiares otorgan una dimensión más amplia al pasado, pues muestran cómo las personas normales forman parte de lo que llamamos la «gran historia». Por otro lado, las búsquedas de genealogía tan comunes en todas las redes sociales, como menciona Jerome De Groote 83, tan solo revelan la parte más superficial de los acontecimientos históricos y no están conectados con la «gran historia» y contextos más amplios.
La plataforma social Historypin, «una comunidad global que colabora con la historia» 84, fue creada por la empresa sin ánimo de lucro Shift con la ayuda de Google y fue lanzada en el Museo de la Ciudad de Nueva York en julio de 2011. El objetivo era «permitir que redes de personas compartieran y exploraran la historia local, hicieran nuevas conexiones y redujeran su aislamiento social» 85. En Historypin, los datos enlazados y la tecnología de la web semántica conectan contenidos digitales, combinando fuentes primarias y geografía. Se pueden «colgar» viejas fotos en el presente y hacer así desaparecer las fronteras temporales, de manera que los pasados familiares pueden ser representados en los paisajes urbanos actuales. La plataforma no solo es utilizada por fotógrafos profesionales y por historiadores públicos digitales, sino que cualquiera puede hacerlo porque la tecnología es sencilla. Los legos en la materia pueden usar con facilidad el programa, como cuando la cámara Reflex o la Polaroid eran instrumentos de masa.
Historypin es sintomático de lo que está ocurriendo con millones de fotografías del pasado y recuerdos personales obtenidos a diario en las redes sociales: «Historypin es una máquina del tiempo digital que crea una nueva forma de ver y compartir historia» 86. Es un «archivo digital generado por el usuario de fotos, vídeos, grabaciones de audio y recuerdos personales históricos. Los usuarios son capaces de usar la ubicación y fecha de su contenido para “colgarlo” en Google Maps y cuando está disponible Google Street View. Los usuarios pueden sobreponer fotografías históricas y compararlas con la ubicación actual» 87. Las recopilaciones de imágenes se incluyen en el mapa de Google de Historypin 88. «Este sitio de solapamiento de mapas permite montar fotografías, vídeos y grabaciones de audio [...] Sube tus archivos digitales, añade información descriptiva y relatos personales a esos artículos, y experimenta cómo los entornos familiares han cambiado con el paso del tiempo. También se fomenta que compartas tus propios recursos e historias relacionados con esos registros», sugiere el Archivo Nacional Americano (en adelante, NARA) en Washington.
Los ciudadanos y las instituciones dedicadas a la preservación del patrimonio histórico ofrecen cauces para contar historias, colgando fotos y comentarios en red. Los historiadores públicos utilizan Historypin para entablar relaciones con comunidades específicas. Gracias a este programa, el Archivo Nacional Americano está ahora fuera de su edificio y presente en el espacio virtual 89. NARA pide la contribución de todos a los archivos históricos, invitando al público en general a «colgar su historia en el mundo» 90.
Historypin ha tenido un amplio uso. En Florencia, en el curso de una exposición organizada en 2014 para conmemorar el 70 aniversario del fin de la ocupación alemana en agosto de 1944 91, los ciudadanos subieron sus historias y sus documentos a internet. El nombre que se ha acuñado para denominar a esas experiencias digitales con el público es MemorySharing (compartir la memoria). En el caso mencionado se escanearon viejas fotos y otros documentos de 1944 y se situaron sobre mapas actuales de Florencia en Historypin 92. Se pudo ver a los soldados neozelandeses en Google Street View y a continuación difuminar la imagen antigua para ver el aspecto actual de la calle y luego volver a la Florencia de 1944 93. MemorySharing puso de manifiesto que «en relación con Historypin, muchos historiadores profesionales adoptan un papel activo en el sitio web [...] Aquellos que actúan en nombre de instituciones como museos y archivos son contribuyentes especialmente prolíficos [...] Aunque Historypin no proporciona un papel autoritario específico para los historiadores públicos [...] lo que cuelgan ayuda a mapear el pasado y su información también puede formar parte de un diálogo con el público» 94.
¿Podrían usar los historiadores académicos el potencial de historia pública digital de Historypin, una herramienta que hace fácil representar el pasado? ¿Qué pasa con la guerra israelo-palestina de 1948? Alon Confino ha intentado reconstruir el invisible pasado palestino de Tantura, un pueblo cerca de Haifa en una playa llamada Dor, hoy en Israel. Confino ha consultado mapas catastrales, fotografías aéreas y algunas fotos de días antes del 22-23 de mayo de 1948, con conciencia plena de lo polémico que resulta el debate entre historiadores israelíes sobre la masacre que allí ocurrió. Este historiador ha publicado imágenes de familias palestinas de Tantura que encontró en los archivos, pero también otros documentos, puesto que las redes sociales pueden usarse para obtener historias orales o fotos provinciales de la diáspora palestina. Por tanto, representar los recuerdos palestinos anteriores a 1948 en el presente actual podría ser una realidad 95.
Historypin, al igual que Flickr, la primera red social popular para imágenes, permite volver a captar con la cámara lugares y cambiar la relación entre el pasado y el presente en las fotografías. Patrick Peccatte distingue tres maneras en las que las fotografías pueden mezclar el pasado y el presente, con una terminología todavía insegura pero descriptiva de los montajes que se realizan: la yuxtaposición (volver a fotografiar antes y ahora), la fusión (mirar en el pasado) y la inserción (pasado en el presente), para crear un efecto estético que emocione 96. Fotos tomadas del proyecto PhotosNormandie fueron fusionadas en Flickr en el presente y denominadas a partir de ese momento con el nombre Then and Now PhotosNormandie 97.
Inspirado por una fotografía de Michael Hughes, el proyecto de Flickr llamado Souvenirs, Looking into the Past 98 fue creado en 2009 por el fotógrafo Jason Powell que fusiona el pasado y el presente en una única imagen 99. Ghosting the Past es el título de una imagen que muestra a dos generaciones de la misma familia posando de pie en Capitol Hill, donde, al igual que sus abuelos, visitaron el mismo «reino de memoria americana». Gracias a las tecnologías digitales, está extendiéndose por todo el mundo la práctica de representar el pasado familiar para resucitar viejos recuerdos. La práctica de fusionar fotos antiguas e imágenes recientes acorta la línea temporal digital y activa diferentes regímenes de historicidad del presente, tal y como dice François Hartog 100.
Un símbolo de muchos proyectos que se están realizando en distintos países es el proyecto Past Present Project en Tumblr 101, Instagram 102 y Facebook 103, que publica imágenes en las que se solapa el pasado y el presente, recuerdos familiares recuperados de «los diarios de viaje de mi abuela», en el que se mezclan con las actividades presentes de la familia, tal y como escribió el fotógrafo Christian Carollo 104.
Mostrar el pasado de los lugares de nuestro entorno puede desembocar en la construcción de un presente nostálgico, como con la temporalidad fusionada de la imágenes de Zoltán Kerényi, un artista húngaro 105, o de la noruega del norte de Hebe Robinson, en su proyecto fotográfico Echoes, en el que se muestran viejas fotos familiares tomadas en el pueblo pesquero de Lofoten con el paisaje rural actual, abandonado tras las Segunda Guerra Mundial 106. También llamado rephotography 107, esta fórmula pasa por elaborar imágenes que contienen diferentes capas temporales. Asentamientos perdidos, paisajes históricos, transformaciones urbanas, experiencias familiares e incluso imágenes de la Segunda Guerra Mundial se «superponen» en un pasado-presente continuo 108. Los soldados de la Primera Guerra Mundial siguen caminando en el Brujas de hoy «mezclando una foto antigua con una tomada recientemente desde el mismo lugar», según decía Peter MacDiamid, un fotógrafo que viajó 4.500 kilómetros a través de Gran Bretaña, Francia y Bélgica para visitar los lugares mostrados en fotos antiguas 109. El autor de una página web sobre Cracovia «busca fotos muy viejas de la ciudad y saca fotos nuevas desde el mismo lugar para que los lectores puedan comparar y ver lo que cambió». Las fotos están divididas: las viejas imágenes en blanco y negro, y las nuevas en colores vivos. El lector puede tapar parte, o la totalidad, de una de las dos imágenes combinadas 110. Keith Jones en Liverpool then and now se centra en imágenes recientes que publicó en Flickr y comentarios en Facebook 111. Descubrimos «imágenes mezcladas», imágenes fusionadas entre ellas (en negro o sepia) y con las actuales (en color), y también fotos publicadas en paralelo al igual que se hizo para el proyecto de Cracovia 112. Como último ejemplo se puede citar una imagen famosa de los Beatles en 1963, en la estatua central de Derby Square (en negro), con la fotografía tomada en 2014 113.
* Traducción de Sonia Vasconcelos. Proyecto referencia: HAR 2015-63582-P, MINECO/FEDER.
1 Tatjana Takseva (ed.): Social Software and the Evolution of User Expertise: Future Trends in Knowledge Creation and Dissemination, Hershey (Pa.), Information Science Reference, 2013.
2 Andreas M. Kaplan y Michael Haenlein: «Users of the World, Unite! The Challenges and Opportunities of Social Media», Business Horizons, 53, 1 (2010), pp. 59-68.
3 Got Talent se puede ver en Wikipedia. Recuperado de internet (https://en.wikipedia.org/wiki/Got_Talent).
4 Serge Noiret: «Digital History 2.0», en Frédéric Clavert y Serge Noiret (eds.): Contemporary History in the Digital Age, Bruselas, Peter Lang, 2013, pp. 155-190.
5 Dario Miccoli estudia las conexiones de los judíos de la diáspora del Magreb a través de las redes sociales. Véase Dario Miccoli: «Digital Museums: Narrating and Preserving the History of Egyptian Jews on the Internet», en Emanuela Trevisan, Dario Miccoli y Tudor Parfitt (eds.): Memory and Ethnicity. Ethnic Museums in Israel and the Diaspora, Newcastle, Cambridge Scholars, 2013, pp. 195-222.
6 International Coalition of Sites of consciences. Recuperado de internet (http://www.sitesofconscience.org/).
7 Alessandro Bessi et al.: «Science vs Conspiracy. Collective Narratives in the Age of Misinformation», PLoS ONE, 10, 2 (2015).
8 Christian Fuchs: Social Media. A Critical Introduction, Londres, Sage, 2014. Recuperado de internet (http://fuchs.uti.at/books/social-media-a-critical-introduction/). Véase también Michael Mandiberg (ed.): The Social Media Reader, Nueva York, New York University Press, 2012.
9 Wendy Duff, Barbara Craig y Joan Cherry: «Historians’ Use of Archival Sources: Promises and Pitfalls of the Digital Age», The Public Historian, 26, 2 (2004), pp. 7-22. Recuperado de internet (http://www.jstor.org/stabl e/10.1525/tph.2004.26.2.7).
10 Véase un ejemplo en mi artículo «Immagini in rete di un esecuzione: Beit Hanina, Gerusalemme, 8 marzo 2002», Memoria e Ricerca, 20 (2005), pp. 169-195.
11 Jerome S. Handler y Michael L. Tuite Jr.: «Retouching History: The Modern Falsification of a Civil War Photograph». Recuperado de internet (http://people.virginia.edu/~jh3v/retouchinghistory/essay.html).
12 Patrick Manning: Big data in history, Basingstoke, Palgrave Macmillan, 2013.
13 Peter Haber: Digital past: Geschichtswissenschaft im digitalen Zeitalter, Múnich, Oldenbourg, 2011.
14 Anne Bailot: «Reconstruire ce qui manque – ou le déconstruire? Approches numériques des sources historiques», en Entre sources, données et réseaux (programme interdisciplinaire MOREHIST), Toulouse, 2015. Recuperado de internet (https://halshs.archives-ouvertes.fr/halshs-01133507).
15 Jo Guldi y David Armitage: The History Manifesto, Cambridge, Cambridge University Press, 2015. Recuperado de internet (http://dx.doi.org/10.1017/9781139923880). Véase también del mismo autor «The “History Manifesto”: a discussion», introducción por Serge Noiret y contribución de Ramses Delafontaine (ed.), Quentin Verreycken and Eric Arnesen, en Memoria e Ricerc, 1 (2016), pp. 97-126, Recuperado de internet (http://dx.doi.org/10.14647/83225).
16 Martin Grandjean: «La connaissance est un réseau, perspective sur l’organisation archivistique et encyclopédique», Les Cahiers du Numérique, 10, 3 (2014), pp. 37-54, Recuperado de internet (http://dx.doi.org/10.3166/LCN.10.3.37-54).
17 Dana Diminescu: E-Diasporas. Recuperado de internet (http://www.e-diasporas.fr/).
18 Andreas Fickers: «Towards a New Digital Historicism? Doing History in the Age of Abundance», en Andreas Fickers y Sonja de Leeuw (eds.): Making Sense of Digital Sources, Journal of European History and Culture, 1, 1 (2012), pp. 12-18. Recuperado de internet (http://journal.euscreen.eu/index.php/view/article/view/jethc004/4).
19 Steff Scagliola: «Digital Source Criticism in the 21st Century: Reconsidering Ranke’s Principles in the Digital Age», DH Lab, 3 de agosto de 2016. Recuperado de internet (http://www.dhlab.lu/blog-post/digital-source-criticism-in-the-21st-century-reconsidering-rankes-principles-in-the-digital-age/).
20 El formulario llamado Criteri di Analisi dei Siti Web Storici estaba organizado en cuatro partes: 1) Identificazione; 2) Contenuti; 3) Struttura e Linguaggi Comunicativi; 4) Valutazione, y fue aplicado a una selección de páginas web en Antonino Criscione et al.: La Storia a(l) tempo di Internet: indagine sui siti italiani di storia contemporanea (2001-2003), Bologna, Pátron, 2004.
21 Nikhil Sonnad: «This Free Online Encyclopedia has Achieved what Wikipedia Can Only Dream of», Quartz, 21 de septiembre de 2015. Recuperado de internet (http://qz.com/480741/this-free-online-encyclopedia-has-achieved-what-wikipedia-can-only-dream-of/).
22 Stanford Encyclopedia of Philosophy. Recuperado de internet (http://plato.stanford.edu).
23 Roy Rosenweig: «Can History be Open Source? Wikipedia and the Future of the Past», The Journal of American History, 93, 1 (2006), pp. 117-146.
24 Thomas Wozniak, Jürgen Nemitz y Uwe Rohwedder (eds.): Wikipedia und Geschichtswissenschaft, Berlín, De Gruyter, 2015.
25 Serge Noiret: «Digital History...», pp. 155-190.
26 «Go Metapedia!!! Signed Truthseeker777», Talk: The Holocaust entry in Metapedia, http://en.metapedia.org/wiki/. En agosto de 2015 visité el chat en el que se discutía sobre la entrada «Jewish casualties during WW2» y «Holocaust». La última página del intercambio fue cerrada el 28 de octubre de 2015. Recuperado de internet (http://en.metapedia.org/wiki/Talk:The_Holocaust). La entrada anterior de «Jewish casualty» está accesible en Internet Archive. Recuperado de internet (https://web.archive.org/web/20110825005407/http://en.metapedia.org/wiki/Jewish_casualt-ies_during_World_War_I).
27 Sébastien Poublanc: «Utiliser Twitter en Historien-Ne?», La boîte à outils des historiens, 16 de marzo de 2016, Recuperado de internet (http://www.boiteaoutils.info/2016/03/twitter-historiens/).
28 Melissa Terras: «The Impact of Social Media on the Dissemination of Research: Results of an Experiment», Journal of Digital Humanities, 1, 3 (2012), pp. 30-38. Recuperado de internet (http://journalofdigitalhumanities.org/1-3/the-impact-of-social-media-on-the-dissemination-of-research-by-melissa-terras/).
29 José van Dijck: «Facebook as a Tool for Producing Sociality and Connectivity», Television & New Media, 13, 2 (2012), pp. 160-176. Recuperado de internet (http://tvnm.sagepub.com).
30 «#numbers», Twitter Blog, 14 de marzo de 2011. Recuperado de internet (https://blog.twitter.com/2011/numbers).
31 Frédéric Clavert: «Les commémorations du centenaire de la Première Guerre Mondiale sur Twitter, avril 2014-avril 2016», en Luigi Fontana y Luigi Tomassini (eds.): I mille volti della Grande Guerra ieri e oggi, Ricerche storiche, 2 (2016), pp. 35-68.
32 Anne Baillot: «Twitter comme pratique d’écriture». Recuperado de internet (https://140.hypotheses.org).
33 Recuperado de internet (http://en.wikipedia.org/wiki/Crowdsourcing).
34 Martin Grandjean: «A Social Network Analysis of Twitter: Mapping the Digital Humanities Community», Cogent Arts and Humanities, 3 (2016). Recuperado de internet (https://www.cogentoa.com/article/10.1080/23311983.2016.1171458.pdf).
35 Twitter Usage. Recuperado de internet (https://en.wikipedia.org/wiki/Twitter_usage).
36 Matt Raymond: «How Tuit It Is! Library Acquires Entire Twitter Archive», Library of Congress Blog, 14 de abril de 2010. Recuperado de internet (http://blogs.loc.gov/loc/2010/04/how-tuit-it-is-library-acquires-entire-twitter-archive/). También del mismo autor «The Library and Twitter An FAQ», Library of Congress Blog, 28 de abril de 2010. Recuperado de internet (http://blogs.loc.gov/loc/2010/04/the-library-and-twitter-an-faq/). Véase además Erin Allen: «Update on the Twitter Archive at the Library of Congress», Library of Congress Blog, 4 de junio de 2013. Recuperado de internet (http://blogs.loc.gov/loc/2013/01/update-on-the-twitter-archive-at-the-library-of-congress/).
37 Los usuarios de Facebook pueden descargar sus contenidos individuales en Downloading Your Info. Recuperado de internet (https://www.facebook.com/help/131112897028467/).
38 Recuperado de internet (https://twitter.com/#!/thatcampfirenze).
39 Recuperado de internet (https://support.twitter.com/articles/49309).
40 Recuperado de internet (https://twitter.com/#!/search/%23ifph2016).
41 Black Lives Matter. Recuperado de internet (https://en.wikipedia.org/wiki/Black_Lives_Matter).
42 Recuperado de internet (https://twitter.com/search?q=%23saveourgirls).
43 Katrina Gulliver: «10 Commandments of Twitter for Academics», The Chronicle of Higher Education, 9 (2012). Recuperado de internet (http://chronicle.com/article/10-CommandmentsofTwitterfor/131813/?sid=at&utm_source=at&ut-m_medium=en).
44 Recuperado de internet (https://twitter.com/search?q=%23ifph2016).
45 Recuperado de internet (https://storify.com/).
46 Jairo Melo: 3rd Annual IFPH Conference, University of Los Andes, Bogotá, Colombia. July 7-8-9, 2016. This compilations contains the tuits send by the participants during lectures, keynotes and other activities with the hashtag #ifph2016. Recuperado de internet (https://storify.com/jairoamelo/3rd-annual-ifph-conference-university-of-los-andes-57827dad9-1f6d6a21b8dcc11).
47 Emilien Ruiz: «Faire de l’histoire sur Twitter? Entretien avec @LarrereMathilde», Devenir Historien-ne. Méthodologie de la Recherche et Historiographie, 2016. Recuperado de internet (https://devhist.hypotheses.org/3336). Véase también https://storify.com/LarrereMathilde.
48 Mélanie Bost y Chantal Kesteloot: «Les commémorations du centenaire de la Première Guerre mondiale», Courrier hebdomadaire du CRISP, 30-31 (2014), pp. 5-63.
49 Serge Noiret: «Public History as “Useful History” before Voting for Europe, May 22-25, 2014», Digital and Public History (2014). Recuperado de internet (https://dph.hypotheses.org/380.
50 «First World War Websites», 1914-1918 Online. The Encyclopedia of the First World War. Recuperado de internet (http://www.1914-1918-online.net/06_first_world_war_websites/index.html). Véase también el trabajo presentado por Enrico Natale en la primera conferencia IFPH-FIHP en la Universidad de Ámsterdam, The Digital Public History of WW1 in Europe, que será publicada en 2019. Recuperado de internet (http://ifph.hypotheses.org/267).
51 Recuperado de internet (https://twitter.com/hashtag/WW1?src=hash y https://twitter.com/hashtag/WW1Centenary?src=hash).
52 Recuperado de internet (http://www.europeana1914-1918.eu/).
53 Recuperado de internet (http://encyclopedia.1914-1918-online.net/home.html).
54 @19141918online «is a collaborative international research project designed to develop a virtual reference work on WW1». Recuperado de internet (https://twitter.com/19141918online).
55 Recuperado de internet (https://twitter.com/Europeana1914).
56 «Europeana 1914-1918 tiene como objetivo recoger y compartir material relacionado con la Gran Guerra de 1914». Recuperado de internet (http://www.europeana1914-1918.eu/).
57 Mélanie Bost y Chantal Kesteloot: Le Centenaire de la Grande Guerre en Belgique: itinéraire au sein d’un paysage commémoratif fragmenté, París, Observatoire du Centenaire-Université de Paris 1, 2016. Recuperado de internet (https://www.univparis1.fr/fileadmin/IGPS/observatoire-du-centenaire/Bost_et_Kesteloot_-_Belgique.pdf).
58 @lesoir1418. Recuperado de internet (https://twitter.com/lesoir1418).
59 Brussels at War 14-18. Recuperado de internet (http://www.14-18.bruxelles.be/index.php/en/).
60 Brussels 14-18 - @Brussels1418. Recuperado de internet (https://twitter.com/Brussels1418). Con la contribución de los archivos de la ciudad de Bruselas.
61 Historial 14-18-@historial1418. Recuperado de internet (https://twitter.com/historial1418). «Compte officiel des musées de la Première Guerre mondiale à Péronne et à Thiepval dans la Somme».
62 National WWI Museum-@TheWWImuseum. Recuperado de internet (https://twitter.com/TheWWImuseum).
63 National World War I Museum And Memorial. Recuperado de internet (https://www.theworldwar.org/).
64 Imperial War Museums. Recuperado de internet (http://www.iwm.org.uk/).
65 Imperial War Museums-@I_W_M. Recuperado de internet (https://twitter.com/I_W_M).
66 @RealTimeWW1. Recuperado de internet (https://twitter.com/RealTimeWW1). Presentación del Proyecto, «World War One goes Twitter», H-Europe. Recuperado de internet (http://h-europe.uni.lu/?page_id=621 y http://h-europe.uni.lu/?page_id=2153).
67 Ibid.
68 Frédéric Clavert: «Les commémorations du centenaire...». Iramuteq website en http://www.iramuteq.org.
69 Clavert utilizó principalmente los siguientes hashtags: ww1, wwi, wwiafrica, 1gm, 1GM, 1wk, wk1, 1Weltkrieg, centenaire, centenaire14, centenaire1914, GrandeGuerre, centenaire2014, centenary, fww, WW1centenary, 1418Centenary, 1ereGuerreMondiale, WWIcentenary, 1j1p, 11NOV, 11novembre, WWI, poppies, WomenHeroesofWWI, womenofworldwarone, womenofww1, womenofwwi, womenww1, ww1athome, greatwar, 100years, firstworldwar, Verdun, Verdun2016, Somme, PoilusVerdun.
70 Ibid.
71 Frédéric Clavert: «Les commémorations du centenaire....».
72 La cuenta del Proyecto es https://twitter.com/1J1Poilu. El proyecto se ha denominado «1 Jour-1 Poilu, défi collaboratif #1J1P». Recuperado de internet (http://www.1jour1poilu.com). Véase Jean-Michel Gilot: «Le digital au service d’une cause nationale: l’odyssée d’ “1 Jour-1 Poilu”», Linkedin, 26 de noviembre de 2015. Recuperado de internet (https://www.linkedin.com/pulse/le-digital-au-service-dune-cause-nationale-lodyss%C3%A9e-d-gilot).
73 Frédéric Clavert: «1 Jour-1 Poilu: exemple de contribution des “amateurs” à la narration de l’histoire», en Frédéric Clavert: L’histoire contemporaine à l’ère numérique, 2015. Recuperado de internet (https://histnum.hypotheses.org/2528).
74 @Mission1418 «Mission Centenaire, Actualités, publications et informations sur le centenaire de la Première Guerre mondiale». Recuperado de internet (https://twitter.com/mission1418). La Misión utiliza el hashtag oficial #Centenaire y apoya la página web del proyecto 14-18, Mission Centenaire. Recuperado de internet (http://centenaire.org).
75 Rejoignez le programme d’indexation collaborative et participez à l’enrichissement de la base des Morts pour la France de la Première Guerre mondiale. Recuperado de internet (http://www.memoiredeshommes.sga.defense.gouv.fr/fr/artic-le.php?larub=52&titre=annotation-collaborative.
76 Base de données des Morts pour la France de la Première Guerre mondiale. Recuperado de internet (http://www.memoiredeshommes.sga.defense.gouv.fr/article.php?larub=24&titre=morts-pour-la-france-de-la-premiere-guerre-mondiale).
77 @HistoryInPics. Recuperado de internet (https://twitter.com/historyinpics). Véase Jason Steinhauer: «@HistoryinPics Brings History to the Public. So What’s the Problem? (Part 1)», History@Works. Recuperado de internet (http://ncph.org/history-at-work/historyinpics-part-1/). Véase también Kevin Levin: «@HistoryinPics Does It Better Than You». Recuperado de internet (http://cwmemory.com/2014/02/18/his-toryinpics-does-it-better-than-you/).
78 Posting Photos or GIFs on Twitter. Recuperado de internet (https://support.twitter.com/articles/20156423).
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